No recuerdo en cual de las cruzadas en defensa del ambiente conocí a Raúl Escofery. Un hombre de aspecto maduro, sereno en sus expresiones, pero de una fuerza y espíritu que cualquier joven veinteañero envidiaría.
Siempre estaba presente cuando se trataba de defender los recursos de nuestro país; siempre bajo perfil, (a tal punto que ni siquiera aparece una foto suya en el ciberespacio) pero era especialmente reconocido por su causa, casi quijotesca, de evitar que continúe el paso con desechos radioactivos por el Canal de Panamá. Hace poco lo encontré y luego de darle un gran abrazo, me dice contento: Raisa, acabo de presentar por séptima vez el anteproyecto de ley en la Asamblea Nacional, para lo del tránsito de desechos radioactivos. Le pregunté: Raúl, pero hasta cuando vas a insistir, si ningún diputado hace caso, a lo que me responde: hasta el final.
Así lo hizo Raúl, desde hace 15 años no cesó ni un solo día, de esgrimir argumentos legales, científicos, técnicos, convenios y fallos internacionales que indican que Panamá está arriesgando no solo a la población nacional, cuanto la de la región, ya que de darse un solo incidente con una de estas "pequeñas" embarcaciones, el impacto para las personas en América Central y el Caribe, podría ser de dimensiones catastróficas.
Solo pensemos en una potencial coincidencia, como el fenómeno natural intenso que vivimos -que obligó a suspender el tránsito por el canal- conjugado con el paso de una de estas naves con carga mortal... Esperemos que esto no llegue a ser más que un pésimo juego mental; pero definitivamente no tenemos ninguna garantía de evitar lo inevitable cuando este tipo de incidentes se dan.
Lo triste es que ponemos en riesgo nuestra seguridad por un tránsito que ni siquiera nos representa un buen negocio, solo nos da el orgullo que alimenta nuestra soberbia: "Estamos abiertos al tránsito del mundo y tenemos todo bajo control" "El Canal lo manejamos mejor que los norteamericanos"... y así cuantas frases, que sin dejar de tener mucho de verdad, ésta palidece ante el riesgo inconmensurable al que nos vemos sometidos con cada uno de estos tránsitos.
Hoy Raúl no está, murió intempestivamente, como vivió. Te rendimos tributo por tu perseverancia, mesura, dedicación. Gracias por ser un maestro, mentor, amigo y aliado.
Tu causa, es nuestra! Nuestra causa es Panamá a la que debemos proteger, desarrollar y promover, pero sin someter sus recursos más valiosos, pero sobre todo la vida humana, ni a la prepotencia sin sentido, ni a la avaricia cortoplacista, ni al pseudo progreso que socializa las pérdidas y privatiza las ganancias.
Gracias Raúl, tu legado hoy es nuestro!
Un espacio para hablar sin enfados, desahogar la impotencia del querer y no poder hacer algo, ser creativos en soluciones, compartir buenas ideas y salvar al mundo. Si lo queremos lo podemos.
DESARROLLO VS DESARROLLO
Es más que sabido que sin conservación no hay verdadero desarrollo, por tanto ya no está en discusión la necesidad imperiosa de conservar los recursos para garantizar la sostenibilidad del progreso.
Sin embargo, en la búsqueda de alternativas que mantengan las exigencias de confort y modernidad que nuestra vida exige, seguimos dando respuestas a una demanda de crecimiento indefinido con recursos naturales finitos.
Ser conscientes de esta realidad, nos obliga a aplicar los cambios necesarios para sustentar un nuevo modelo que obedezca a las necesidades ambientales y sociales actuales y no del pasado siglo XX
ACTIVIDADES Y PROYECTOS - PANAMA SOSTENIBLE
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