Hemos visto la inversión millonaria en dinero y recursos humanos que las autoridades deben aportar cuando se dan estos eventos. Las pérdidas económicas son cuantiosas y en vidas humanas, impagables. Sin embargo, una vez pasan los efectos directos volvemos a las prácticas tradicionales de improvisación, ausencia de planificación, agresión a la naturaleza y aún así pretendemos que sea benévola con nosotros cuando reclama su espacio.
El cambio climático y sus efectos, son una realidad innegable; no podemos combatirlo, solo mitigarlo, minimizar sus efectos y adaptarnos. Para esto tenemos que construir visiones locales, sectoriales, regionales y globales, las cuales deben ser coherentes con la nueva realidad que impone las condiciones ambientales del planeta hoy. Los seres humanos hemos puesto una cuota altísima en las variaciones climáticas que estamos atravesando, no podemos seguir eludiendo nuestra responsabilidad individual y colectiva de hacer algo.
Los estudios existen, las proyecciones de las afectaciones están establecidas; al menos podemos someterlas a discusión y análisis más profundo. Lo que no podemos permitirnos es ignorarlas y no hacer nada hoy hacia el futuro. Solo el pensar que la responsabilidad será de los que vendrán es un acto de "lesa umanitá" hoy para con nuestros hijos mañana. Es responsabilidad de todos actuar, no le pidamos cuenta a Dios de porqué lo permitió, no hacemos nada quejándonos de lo que no hicieron lo que estuvieron antes que nosotros, revisemos cada una de nuestras acciones y actuemos en correspondencia de las repuestas que encontramos. Exijamos firmemente a nuestros gobiernos que adecuen o más bien, creen planes y políticas en donde lo ambiental sea el eje transversal que rija el verdadero desarrollo de nuestro país, de nuestro planeta.
(Documento de importante referencia, generado por el Centro del Agua para el Trópico Húmedo de Latinoamérica y el Caribe -CATHALAC-)
POTENCIALES IMPACTOS DE CAMBIO CLIMÁTICO EN LA BIODIVERISDAD
DEVASTACIÓN DE MANGLARES Y HUMEDALES EN JUAN DÍAZ, PANAMÁ